Documentos del proyecto
A mediados de septiembre del 2013, el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel se formaron simultáneamente afectando a la costa del Pacífico de México.
El 19 septiembre de 2017 un terremoto escala 7.1 de Richter afectó al centro del país siendo Puebla una de las ciudades más afectadas.
Durante la primavera y el verano 2017, las lluvias inusualmente fuertes dejaron daños en la ciudad de Querétaro, principalmente en la zona Santa María Magdalena.
Los fenómenos hidrometeorológicos son provocados por agentes atmosféricos. Una depresión tropical es un conjunto de masas de aire caliente que, al acumular fuerza, se transforma en una tormenta tropical que, a su vez, puede acumular suficiente fuerza para formar un huracán. A su paso, los huracanes provocan deslaves, lluvias fuertes e inundaciones que impactan principalmente a las zonas costeras. El uso de las tecnologías juega un factor determinante para prevenir su impacto, ya que el uso de satélites, radares y aviones permiten estudiar, pronosticar y monitorear antes y durante de su impacto.
Un terremoto es un movimiento brusco de la Tierra causado por la repentina liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos las placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento. Algunos conceptos importantes son: el hipocentro que es el punto en la profundidad de la Tierra desde donde se libera la energía en un terremoto y el epicentro que es el punto de la superficie (sobre el hipocentro), donde la intensidad del terremoto es mayor. Un sismo trae como consecuencia el sacudimiento del suelo, olas marinas sísmicas, y derrumbes lo que lleva a la interrupción de servicios vitales, además de miedo y efectos psicológicos en la población. Los daños dependen de la hora en que ocurre el terremoto, la magnitud, la distancia del epicentro, la geología del área, el tipo de construcción de las estructuras, la densidad de la población y la duración del sacudimiento.
Las inundaciones son un fenómeno natural que consiste en el anegamiento de un terreno o lugar. En ocasiones, el agua puede alcanzar una altura suficiente para cubrir las viviendas, las calles y para destruir las cosechas. Puede incluso llegar a representar un peligro para la vida de los habitantes del lugar y acarrear enormes pérdidas económicas (Gómez et al., 2009).
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